La criptomoneda $Libra, una divisa digital que saltó a la fama tras ser efusivamente promocionada por el presidente argentino Javier Milei, se encuentra hoy en el centro de un gigantesco escándalo de fraude. Esto ha captado la atención de los tribunales de Estados Unidos que congelaron 280 millones de dólares de las ganancias generadas por la venta de esta cripto.
La demanda, que se tramita en el influyente Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, apunta directamente al empresario estadounidense Hyden Mark Davis, a su padre y hermano, y a otros individuos. La acusación es clara: los implicados habrían orquestado una elaborada trama para capitalizar el respaldo de alto perfil del presidente Milei, inflando artificialmente la credibilidad y el valor de $Libra para atraer a un gran número de inversores incautos que, en cuestión de horas, vieron cómo sus ahorros se desvanecían.
La influencia de Milei sobre $Libra bajo escrutinio
El epicentro de esta controversia se sitúa el 14 de febrero pasado. Ese día un posteo del presidente Milei provocó una explosión en la cotización de $Libra. Sin embargo, lo que pareció una oportunidad dorada se convirtió en una pesadilla para aproximadamente 75.000 afectados. Ellos, según la demanda, perdieron la totalidad de su inversión. Paradójicamente, un selecto grupo de individuos hizo millones comprando segundos antes del mensaje presidencial, lo que ha generado fuertes sospechas sobre una posible manipulación del mercado.
La decisión de la jueza Jennifer Louise Rochon de congelar los activos ha sido calificada como una “victoria crucial para las víctimas” por parte del estudio de abogados Treanor, que lidera la demanda colectiva. Además, se ha ordenado a Circle Internet Group congelar otros 58 millones de dólares en criptomonedas USDC directamente vinculadas al presunto fraude. Esto ha consolidado una de las mayores órdenes de congelamiento obtenidas por particulares en el ámbito de las criptomonedas.
¿Por qué Milei quedó fuera de la acusación en EE. UU.?
Un aspecto llamativo de la demanda en Estados Unidos es la exclusión deliberada del presidente Javier Milei y de otros funcionarios argentinos de la acusación formal. La razón, según los abogados, es puramente estratégica: evitar cualquier posible dilación por parte del gobierno argentino o problemas de jurisdicción que pudieran retrasar la investigación y la búsqueda de justicia para las víctimas. A pesar de esto, la mención de Milei en la demanda es recurrente, enfatizando su papel decisivo en la “apariencia de legitimidad” que atrajo a los inversores.
La primera reacción del gobierno argentino ante el escándalo fue la creación de una comisión investigadora bajo el Ministerio de Justicia. Sin embargo, esta unidad fue cerrada apenas dos semanas después sin presentar informe alguno. La decisión generó fuertes cuestionamientos de la oposición y avivando las sospechas sobre la transparencia del proceso.
La justicia argentina también actúa en el caso $Libra
Mientras la justicia estadounidense avanza, en Argentina también se desarrollan investigaciones paralelas. La fiscalía ha solicitado a las operadoras de telefonía los números a nombre de Javier y Karina Milei, su hermana y secretaria general de la presidencia, así como los datos de los responsables locales del lanzamiento de $Libra, Mauricio Gaspar Novelli, Manuel Terrones Godoy y Sergio Daniel Morales. El objetivo es reconstruir el entramado de comunicaciones previo, durante y posterior al lanzamiento de la criptomoneda.
Hace dos semanas, la investigación judicial argentina, a cargo de la jueza María Servini, puso la lupa sobre las actividades financieras de Milei y su hermana. Se ha solicitado al Banco Central el detalle de las entidades bancarias que operaron u operan cuentas a nombre de los investigados, buscando indagar la evolución patrimonial desde 2023 hasta la actualidad.
El caso $Libra ha puesto al presidente Milei en una de las más graves crisis de su gobierno. Si bien su argumento inicial fue que se trataba de una inversión privada con riesgos inherentes al universo cripto, no ha logrado explicar de manera convincente por qué recibió a los responsables de $Libra en la residencia oficial de Olivos antes del lanzamiento, ni por qué su posteo de promoción incluía el link del token, que hasta ese momento no era público. Este escándalo no solo expone los peligros de la inversión en criptomonedas no reguladas, sino que también subraya la delicada línea entre la promoción personal y la responsabilidad pública. El futuro de $Libra y las consecuencias para sus promotores y el entorno presidencial argentino, están ahora en manos de la justicia internacional.