El Senado de Estados Unidos aprobó la Ley de Orientación y Establecimiento de Innovación Nacional para Stablecoins, conocida como Ley GENIUS, con un contundente apoyo bipartidista (68 votos a favor y 30 en contra).

Esta legislación no solo regula estrictamente a los emisores de criptomonedas estables —o stablecoins— sino que posiciona a EE.UU. como un aspirante firme a liderar la próxima generación de pagos digitales. La iniciativa, impulsada por los senadores Bill Hagerty y Tim Scott, representa la primera gran pieza legislativa federal centrada exclusivamente en este tipo de activos digitales.

¿Qué son las stablecoins y por qué importan?

Las stablecoins son criptomonedas cuyo valor está vinculado a una moneda fiduciaria, generalmente el dólar estadounidense. A diferencia de otras criptomonedas más volátiles como Bitcoin o Ethereum, su estabilidad las hace ideales para pagos, ahorro digital y transferencias internacionales.

Sin embargo, hasta ahora el crecimiento explosivo de estos activos había ocurrido en un entorno regulatorio ambiguo, generando dudas sobre su transparencia, respaldo financiero y riesgos potenciales para el sistema económico global.

¿Qué propone la Ley GENIUS?

  1. Respaldo total y sin intereses

Uno de los pilares centrales de la Ley GENIUS es que exige a los emisores de stablecoins mantener reservas equivalentes al 100% del número de tokens emitidos, ya sea en bonos del Tesoro a corto plazo o depósitos asegurados. Además, prohíbe que estas entidades ofrezcan rendimientos o intereses a sus usuarios, eliminando un incentivo que podría considerarse riesgoso.

  1. Auditorías y supervisión regulatoria

La ley establece que los emisores deberán someterse a auditorías periódicas, cumplir con la Ley de Secreto Bancario y realizar controles contra el lavado de dinero. Para las entidades con más de 10 mil millones de dólares en pasivos, se exigirá una licencia federal específica.

Por su parte, el Departamento del Tesoro deberá emitir reportes trimestrales de auditoría, y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) tendrá poder regulador limitado sobre el mercado al contado.

¿Qué impacto tendrá en el ecosistema cripto?

La aprobación de la Ley GENIUS marca un punto de inflexión para las criptomonedas estables en Estados Unidos, brindando la tan esperada claridad regulatoria que bancos, empresas tecnológicas y usuarios institucionales venían reclamando. Esto no solo podría impulsar su adopción masiva, sino que también habilita nuevos modelos de negocio y servicios financieros basados en blockchain.

De hecho, bancos como JPMorgan, Morgan Stanley y Bank of America ya están evaluando integrar stablecoins en sus operaciones, y gigantes tecnológicos como Amazon, Meta y Google siguen de cerca el desarrollo legislativo.

Más stablecoins ¿Y el futuro del dólar digital?

Más allá del ecosistema cripto, la Ley GENIUS tiene una clara intención geopolítica: reforzar la hegemonía del dólar en la era digital. Al garantizar que las stablecoins estén respaldadas por dólares y reguladas por autoridades estadounidenses, EE.UU. busca frenar el avance de monedas rivales como el yuan digital de China o propuestas europeas similares.

El senador Hagerty no dudó en afirmar que los emisores de stablecoins “podrían convertirse en los mayores tenedores de bonos del Tesoro estadounidense para 2030”, apuntalando la resiliencia fiscal del país.

Obstáculos pendientes y proyecciones para las stablecoins

Aunque el Senado dio su aprobación, la ley aún debe superar la evaluación en la Cámara de Representantes. Si no hay modificaciones, pasará directamente al escritorio del presidente Donald Trump, quien ha expresado su apoyo. En caso de cambios, se deberá conciliar una versión final entre ambas cámaras.

A pesar de su avance, la legislación no está libre de controversia. Empresas como Tether, el mayor emisor de stablecoins a nivel global, podrían no cumplir con los nuevos estándares y están considerando alternativas como emitir nuevas versiones desde territorio estadounidense.

La Ley GENIUS no solo define el futuro regulatorio de las stablecoins en Estados Unidos, sino que abre una nueva etapa en la integración de criptomonedas al sistema financiero tradicional. De aprobarse definitivamente, será el marco sobre el cual se construirá una infraestructura digital más ágil, segura y dominada por el dólar. Una apuesta que podría redefinir el poder financiero global en la próxima década.