En los túneles debajo de Las Vegas más de 1.000 personas sin hogar han encontrado un refugio. Sepas como sobreviven los pobres en EE. UU.

Desgraciadamente, en los túneles debajo de Las Vegas el “sueño americano” nunca se ha hecho realidad y, en su lugar, se ha convertido en una pesadilla.

Bajo Las Vegas, hay miles de agujeros de cemento que están ideados para drenar el agua después de una tormenta. Pero cuando no llueve, los túneles permanecen secos y se convierten en un sitio donde viven los que se autodenominan como “gente topo”.

Sin embargo, cuando llueve, una inundación repentina se extiende por los túneles en los que viven estas personas sin hogar, llevándose por delante todas sus pertenencias. Cerca de la famosa calle Strip de Las Vegas, Angell, de 54 años, se sienta en una de las entradas del túnel. Ella es de Texas y ha vivido en los túneles a lo largo de cinco años.

El número de personas que se refugia en esta sección difiere. No todos están aquí de modo permanente, según explica, pero en algunos momentos pueden convivir hasta 50 hombres y mujeres. También reivindica que este es el tercer lugar más peligroso del país: “aquí no hay cámaras e incluso he oído hablar de asesinatos”.

La vida en los túneles debajo de Las Vegas, antes solía ser “más bonita”, según Angell. “Hoy la policía nos persigue de un lado a otro”. Louis Lacey, director de equipos de crisis en Help of Southern Nevada (Ayuda del Sur de Nevada), explica el razonamiento. “Las medidas que toma la policía son consecuencia de las preocupaciones en torno a la seguridad de gente que vive en el vecindario de al lado”.

El sitio está oscuro por todas partes y, de hecho, la única luz procede de las linternas de los sintecho. O, mejor dicho, de aquellos que pueden permitirse tener unas pilas.

Cuando llueve fuerte las cloacas subterráneas recogen el agua y la sacan de la superficie de la ciudad. Por lo que sus hogares pueden ser arrastrados por el agua y destruidos en cualquier momento.

Lacey explica que las tormentas son potencialmente mortales para la ‘gente topo’. “Cuando llueve, la gente en los túneles sólo tiene unos minutos hasta que la corriente arrastra por completo sus hogares”, relata.