La Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin. ¿De qué lo acusan? Por cometer supuestos cometer crímenes de guerra relacionados con la deportación ilegal de niños de Ucrania a Rusia.

La CPI considera que estas acciones se llevaron a cabo en Ucrania, a partir del 24 de febrero del año pasado, cuando Rusia inició la invasión. El tribunal acusa a Putin de estar directamente involucrado en la deportación de los niños y trabajar con otros para lograrla. También sostiene que el mandatario ruso no ejerció sus competencias para detener a los que deportaron a menores. La CPI, además, emitió una orden de arresto contra la comisionada rusa para los derechos del niño, Maria Alekseyevna Lvova-Belova.

El fiscal de la CPI, Karim Ahmad Khan, afirmó que no se puede permitir que los niños sean tratados como botín de guerra. Aseveró que los responsables de estos crímenes deben ser llevados ante la justicia. Sin embargo, aunque la CPI envió la orden de arresto contra Putin y Lvova-Belova, en realidad esa Corte no tiene poder para detener a los sospechosos. Solo puede ejercer jurisdicción dentro de los países que firmaron el acuerdo que estableció la Corte. Como Rusia no es un signatario, resulta improbable que los acusados sean extraditados.

No obstante, la orden de arresto sí representa un problema para Vladimir Putin, porque dificultará su capacidad para viajar, especialmente a países que reconozcan la jurisdicción de la CPI. Los miembros de la CPI tienen la obligación de arrestar a cualquier persona acusada por el tribunal.

Occidente aplaude decisión de la CPI; aliados de Vladimir Putin la critican

La oposición rusa recibió favorablemente el anuncio. Uno de los líderes, Iván Zhdanov, aliado  del líder opositor encarcelado Alexei Navalny, publicó en Twitter que este era un paso simbólico, pero muy importante. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, también agradeció al fiscal de la CPI por su decisión de presentar cargos contra el «Estado maligno».

Mientras, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se sumó a la celebración de la orden. Desde Washington aseveró que existía un argumento muy fuerte contra Putin, porque este había cometido “claramente crímenes de guerra”.

La decisión del CPI también recibió críticas. Uno de los que más alzó la voz fue el presidente de serbia, Aleksandar Vucic. “Creo que emitir una orden de arresto contra Putin, sin entrar en los detalles legales, tendrá malas consecuencias políticas. Mi pregunta es, ahora que lo han acusado de los peores crímenes de guerra, ¿con quién vas a hablar?”, dijo Vucic.

“No cabe duda de que el objetivo de esto es hacerle difícil a Putin comunicarse, de hacer que todos los que hablen con él sepan que está acusado de crímenes de guerra”, concluyó el mandatario serbio.

Otro aliado de Putin, el presidente chino Xi Jingping, en una visita oficial a Moscú, dijo que la acusación contra Vladimir Putin reflejaba el doble rasero de Occidente.