La ciudad de Nueva York presentó una demanda judicial contra las grandes compañías tecnológicas propietarias de las redes sociales más populares entre los jóvenes, como Meta (Facebook e Instagram), TikTok, Snapchat y YouTube.
La denuncia legal, impulsada por el alcalde Eric Adams junto con el Departamento de Educación y el sistema de salud pública de la ciudad, acusa a estas plataformas digitales de generar adicción y problemas de salud mental en niños y adolescentes.
Plataformas diseñadas para crear adicción
Uno de los principales reclamos de la demanda a redes sociales de Nueva York es que estas plataformas están diseñadas de forma deliberada para manipular a los usuarios, especialmente menores de edad, y convertirlos en adictos compulsivos.
Mediante sofisticados algoritmos y características como los «Me gusta», crean un sistema de recompensas y reciprocidad que incentiva el uso excesivo de las aplicaciones. Los jóvenes se ven expuestos a contenidos personalizados y publicidad constante que los atrae a permanecer el mayor tiempo posible en las plataformas.
Efectos nocivos en educación y salud
Según explican desde la municipalidad, este abuso tecnológico está teniendo graves consecuencias en el desarrollo y bienestar de los niños y adolescentes neoyorquinos.
Manifiestan que se ha visto un marcado deterioro en el rendimiento educativo, con problemas de atención y comportamiento en las escuelas. Asimismo, ha aumentado la incidencia de trastornos mentales como ansiedad, depresión y tendencias suicidas entre los estudiantes.
Inversión millonaria en salud mental, tema clave detrás de demanda a redes sociales
De acuerdo con las autoridades, la ciudad de Nueva York invierte unos 100 millones de dólares anuales para programas y servicios de salud mental destinados a los jóvenes. Esto se debe al creciente impacto negativo del abuso de redes sociales en ese segmento poblacional.
Adams afirmó que las compañías tecnológicas “ponen en peligro la salud mental de nuestros hijos” mediante el diseño adictivo de sus plataformas. El alcalde sostiene que son una “amenaza para la salud pública” y deben ser reguladas.
Antecedentes y objetivos de la demanda a redes sociales
La demanda a redes sociales de Nueva York no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una tendencia de cuestionamiento al modelo de negocios de las grandes redes sociales y su responsabilidad ante posibles daños a usuarios vulnerables.
En octubre del año pasado, 41 estados de Estados Unidos presentaron una acción legal contra Meta por motivos similares.
A través de este paso judicial, el gobierno local busca sentar un precedente regulatorio. Aspira a que las tecnológicas implementen cambios en sus plataformas y políticas para hacerlas más seguras para niños y adolescentes.
Malestares de una generación hiperconectada
Más allá de las responsabilidades legales, la demanda a redes sociales de Nueva York pone sobre la mesa un debate cada vez más vigente: el impacto de las nuevas tecnologías en el desarrollo infantil y juvenil.
Es innegable que la generación actual de jóvenes está hiperconectada a las redes sociales y pasa gran parte de su tiempo absorbida en estímulos digitales. Surgen preguntas sobre cómo moderar y equilibrar el uso de estas plataformas.
Los riesgos son variados: menor capacidad de concentración, aislamiento social, trastornos alimenticios o de autoestima por pretender imitar modelos de vida irreales, mayor exposición a acoso o depredadores.
También se acusa a los algoritmos de fomentar la polarización política y social.
Contrapesos éticos y educativos
Más allá de prohibiciones o limitaciones externas, quizás estas problemáticas requieran abordajes integrales. Los padres tienen un rol clave en monitorear y acompañar la experiencia digital de sus hijos.
Las escuelas también deberían actualizar sus currículos para enseñar un uso responsable y crítico de las nuevas tecnologías. Y por supuesto, las mismas empresas tendrían que replantear sus lógicas para anteponer el bienestar del usuario al mero beneficio económico.
La demanda a redes sociales de Nueva York es un llamado de atención para comenzar a transitar estos cambios impostergables que la era digital nos plantea como sociedad.