Las redes sociales se han consolidado en la última década como parte indispensable de la vida digital de miles de millones de personas en todo el mundo. Según datos de 2023, de la agencia  We Are Social, había más de 5.000 millones de usuarios activos de redes sociales, lo que supone un incremento de 266 millones respecto al año anterior.

Esta tendencia refleja que el uso de redes sociales es imparable y sigue en aumento gracias al crecimiento paralelo de los usuarios de dispositivos móviles, que permiten estar conectados en cualquier momento y lugar. Se prevé que esta cifra siga creciendo progresivamente en los próximos años.

Meta y sus apps dominan el mercado

En cuanto a plataformas, Facebook se mantiene como la red social líder con más de 3.049 millones de usuarios en 2024. Junto con Instagram, WhatsApp (ambas con 2.000 millones de usuarios) y Messenger (979 millones de usuarios), todas propiedad de Meta, acaparan la mayor parte del pastel.

Otras redes de gran tamaño son YouTube (con 2.491 millones de usuarios) TikTok (1.562 millones) y X. Cabe destacar el espectacular crecimiento de TikTok, que en solo un año ha incrementado sus usuarios en casi un 50%.

Adaptación constante a los usuarios

¿A qué se debe el éxito imparable de las redes sociales? La clave está en su capacidad para adaptarse a los intereses y necesidades de los usuarios, ofreciendo servicios personalizados independientemente de su ubicación geográfica o idioma.

Las redes invierten mucho esfuerzo en analizar los hábitos de los usuarios y desarrollar funcionalidades y contenidos que los mantengan enfocados el mayor tiempo posible. Por ejemplo, analizan los datos de uso para detectar a qué hora y en qué dispositivo está cada usuario, de modo que puedan enviarle notificaciones personalizadas que maximicen su atención.

Contenidos de baja calidad cultural

Si bien las redes sociales son una plataforma de gran alcance e impacto social, también promueven la censura, los contenidos de baja calidad cultural y con frecuencia errores gramaticales y ortográficos.

Muchos usuarios, especialmente los más jóvenes, se informan y comunican principalmente a través de redes sociales, por lo que están expuestos a contenidos con faltas de ortografía y expresiones propias de la comunicación informal.

Incluso muchas celebridades cometen faltas al publicar en sus perfiles. Todo esto contribuye al semianalfabetismo y a la normalización de errores entre los usuarios más influenciables.

Publicidad engañosa

Otro punto débil de las redes sociales es la gran cantidad de publicidad engañosa que circula en ellas. Muchos anuncios promocionan productos falsos, estafas piramidales o servicios fraudulentos aprovechándose de la ingenuidad de los usuarios.

Las redes ganan grandes cantidades de dinero gracias a la publicidad, por lo que en ocasiones anteponen estos ingresos a la calidad y veracidad de los anuncios. Deberían establecer controles más estrictos para evitar que los usuarios sean víctimas de engaños.

Adicción y efectos psicológicos

El uso excesivo de redes sociales también puede derivar en adicciones y afectar negativamente a la salud mental de las personas. Los constantes estímulos y notificaciones activan las zonas de recompensa del cerebro, lo que puede volver compulsiva la necesidad de estar conectado.

Además, ver permanentemente las aparentemente perfectas vidas de otras personas puede decrementar la autoestima y llevar a depresión o ansiedad. Es importante que los usuarios tomen conciencia de estos riesgos y hagan un uso responsable.

Las redes sociales son uno de los grandes fenómenos tecnológicos y socioculturales de las últimas décadas. Su auge es imparable y su uso se ha vuelto indispensable para millones de personas. Pero es importante que asuman una mayor responsabilidad sobre la calidad de los contenidos que vehiculan y la publicidad que permiten, para evitar efectos negativos sobre la sociedad, especialmente en los usuarios más jóvenes e influenciables. Las luces son innegables, pero también existen sombras que no se pueden obviar.