El impacto económico de los latinos en Estados Unidos continúa en ascenso, consolidando su posición como un motor clave de crecimiento. Un reciente informe de Latino Donor Collaborative (LDC) en colaboración con Wells Fargo reveló que, en 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) latino alcanzó los $3.2 billones, lo que ubicaría a esta comunidad como la quinta economía mundial si fuera un país independiente.

Crecimiento de la población y del PIB de los latinos

Entre 2011 y 2021, el aporte de los latinos al PIB estadounidense fue del 20.9%, una participación en constante incremento. El estado con la mayor concentración de riqueza latina es California, cuya economía por sí sola ocuparía el puesto 21 a nivel global.

Gran parte de este dinamismo se explica por factores demográficos. Entre 2010 y 2021, la población hispana creció 12.1 millones de personas, representando el 52% del aumento poblacional total del país. Al ser una comunidad joven, con una edad promedio de menos de 25 años, los latinos muestran una tasa de participación laboral 5.4% superior a la de los no hispanos.

La creciente incorporación de latinos al mercado de trabajo ha permitido una rápida recuperación tras el impacto desproporcionado de la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando la tasa de desempleo hispana llegó al 18.1%. Hoy, no solo se han recobrado los niveles prepandémicos de empleo, sino que los salarios e ingresos de esta comunidad vienen creciendo a un ritmo anual del 4.7%, más del doble que el resto de grupos raciales.

Persisten las diferencias con la comunidad latina en EE. UU.

Si bien persisten brechas significativas de ingresos, con un promedio de 80 centavos por dólar ganado por empleados blancos no hispanos, la tendencia es positiva. El poder adquisitivo de los hogares latinos ya alcanza los $3.4 billones anuales y avanza entre 2 y 2.4 veces más rápido que en los no hispanos.

La educación es otro factor relevante. La proporción de hispanos con título universitario aumenta 6.8% anualmente, superando al resto de grupos. Esto se traduce en trabajadores más capacitados y productivos.

Aunque los latinos representan casi el 20% de la población total, su participación en puestos directivos y de liderazgo en el sector privado y las instituciones públicas sigue siendo baja.

Más allá de los tradicionales polos de concentración hispana en California, Texas y Florida, la influencia de esta comunidad se expande aceleradamente a estados emergentes como Dakota del Norte y del Sur. Ahí, el PIB latino crece a tasas de dos dígitos, transformando rápidamente el panorama económico y social.

El auge de la población latina en Estados Unidos es un factor decisivo para entender la economía presente y futura del país. Su creciente participación laboral, poder adquisitivo y nivel educativo la consolida como motor de crecimiento, tanto en regiones maduras como emergentes. Aprovechar este potencial requerirá derribar barreras y ampliar la representatividad de los latinos en posiciones de liderazgo.