La comunidad indígena del Amazonas que aceptó los gays se llama Nazareth, como la ciudad natal de Jesús Cristo. Pero tienen reglas estrictas.

En la ribera del río Amazonas, en la frontera entre Perú y Brasil, hay la primera comunidad indígena del Amazonas que aceptó los gays. Esta comunidad está compuesta por poco más de 1000 habitantes. Para ganarse la vida se dedican a las artesanías y la agricultura.

Allí viven 20 gays, pero ellos mismos se autoimpusieron una serie de límites, para ayudar en la aceptación de su preferencia sexual. Por ejemplo, no se dan besos en la boca en público, ni las parejas viven bajo un mismo techo. No obstante, los jóvenes esperan, más adelante, tener una vivienda digna en esa comunidad y expresar libremente su amor.

Durante mucho tiempo, en Nazareth los homosexuales fueron mal vistos. Los gays eran castigados de manera brutal. Una de las penalidades consistía en llenarles el cuerpo de hormigas amarillas que producían dolorosas picadas. Supuestamente, con esos pinchazos, los indígenas cambiarían su pensamiento y volverían a ser heterosexuales. No todos pasaron por el mismo castigo.  A otros les tocó cultivar la tierra y confeccionar canoas, para demostrar su masculinidad.

Los indígenas representan el 4,4 % de la población total de Colombia. Esas comunidades se encuentran distribuidas en 115 pueblos nativos. En la región del Amazonas, las comunidades indígenas constituyen el 57% de todos los habitantes de esa inhóspita zona. La mayoría de esas comunidades pasaron por un proceso de evangelización. Por tanto, la diversidad sexual es un fenómeno oculto.

No existen estudios sobre las prácticas no heteronormativas en pueblos indígenas

En Nazareth, al menos los gays no tienen que esconderse. Mientras en otros lugares los expulsan, Nazareth se ha convertido en su refugio temporal.

De acuerdo con Alex Macedo, portavoz del cabildo indígena en Nazareth, allí “se hizo un ejercicio grande desde la misma familia; desde la comunidad, para la no discriminación de ningún tipo. Se asumió que estos muchachos son necesarios para seguir conservando la cultura, especialmente la lengua materna”, aseguró.

Lamentablemente no existen estudios serios sobre las prácticas no heteronormativas en pueblos indígenas. Esto también es debido al hecho de que parte considerable de las fuentes está constituida por misioneros. En estos relatos, utilizan términos bastante genéricos. como «pecado nefando» y pederastia, sin establecer mayores diferencias entre las prácticas bisexuales, homosexuales, intersexuales, transexuales, entre otras.