Un avión venezolano de la empresa Emtrasur SA lleva más de 2 meses estacionado en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza

La tripulación del avión venezolano es motivo de una controversia diplomática y judicial.  En esa aeronave, a inicios de junio de este año, llegaron al país 19 pasajeros venezolanos e iraníes. Desde entonces, y por diversos motivos no del todo claros, aún permanecen en Argentina.

Distintos medios informaron que la aeronave transportaba una carga de autopartes proveniente de México. Aunque lo que informa el fallo del juez federal de Lomas de Zamora es que esa carga fue controlada el 8 de junio por la PSA. También por la Policía Federal Argentina (PFA) y la Dirección General de Aduanas (DGA).

Autoridades del gobierno paraguayo informaron que la aeronave estuvo en el aeropuerto de Ciudad del Este, Paraguay, entre el 13 y el 16 de mayo. Día en el que despegó con destino a la isla de Aruba. El ministro del Interior de este país, Federico González, señaló que, agencias norteamericanas de inteligencia informaron que se trataba de la empresa Emtrasur SA. La cual está sancionada por los Estados Unidos por tener nexos con el terrorismo, según indicó González. Luego se dio aviso a las agencias de inteligencia de la región.

Por su parte, Javier García, ministro de Defensa uruguayo, informó que tomó la decisión de rechazar el ingreso del vuelo venezolano. Esto en base a información que el Ministerio del Interior de Uruguay había recibido de agencias extranjeras.

Esta es la misma razón por la que la aeronave tiene dificultades para acceder al combustible. Las empresas YPF y Shell cotizan en bolsa y, por ello, están sujetas a las restricciones impuestas por los Estados Unidos.

Israel muestra preocupaciòn

Tras confirmarse que 5 de los venezolanos que venían en el avión son militares, la Embajada de Israel difundió un comunicado de prensa. “El Estado de Israel está particularmente preocupado por la actividad de las compañías aéreas iraníes Mahan Air y Qeshm Fars Air en América latina. Empresas que se dedican al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerza Quds. Las cuales están sancionadas por Estados Unidos por estar involucradas en actividades terroristas”.

Luego el Tribunal del Distrito de Columbia (Washington DC), encabezado por el juez Michael Harvey, dictó una orden de incautación del Boeing 747 de Emtrasur. Esto señalando que “el avión está sujeto a decomiso en base a violaciones de las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos. Las cuales están relacionadas con la transferencia no autorizada del avión de Mahan Air”. Además, «se violaron las leyes» cuando fue vendido por Irán, también blanco de sanciones, a Venezuela.

El tribunal argumentó que desde 2008 el Departamento de Comercio de ese país emitió una orden de denegación. Esta prohíbe a Mahan Air participar en cualquier transacción que involucre cualquier producto exportado de Estados Unidos.

El abogado Hernán Carluccio, representante de Emtrasur, había pedido el 21 de junio último la devolución de la aeronave. Esto argumentando que había sido comprada a la compañía iraní Mahan Air. El vuelo a la Argentina formaba parte de los planes de instrucción a la tripulación venezolana, un procedimiento regular -según él- en este tipo de compras.

El avión venezolano permanece en Argentina

El juez Villena autorizó el 2 de agosto la salida del país y la devolución de sus pasaportes a 12 de los tripulantes. 11 venezolanos y un iraní. Sin embargo, todos aún permanecen en la Argentina debido a que la fiscal Incardona apeló a la medida. La decisión final la debe tomar la Cámara Federal de La Plata.

Por otro lado, una comisión del gobierno venezolano protestó este jueves ante la embajada de Argentina en Caracas por la retención del avión y su tripulación.

El ministro de Transporte, Ramón Velásquez, y diputados oficialistas en el Parlamento fueron recibidos por el embajador Oscar Laborde. A quien entregaron documentos de protesta por la retención del Boeing 747 de Emtrasur, filial de la aerolínea estatal Conviasa.

«¡Devuelvan el avión y la tripulación!», gritaron afuera de la delegación diplomática unos 35 trabajadores de Conviasa uniformados con camisetas y gorras de la empresa.

«Esperamos que se imponga la verdad, que la justicia argentina reaccione. No lleve más esta situación plagada de ilegalidad a otros niveles de tal manera que nuestros tripulantes y nuestro avión estén de vuelta».