El japonés Shoji Morimoto tiene uno de los mejores y más extraños trabajos en el planeta: le pagan por no hacer nada. Desde 2018, el nipón lanzó su propio emprendimiento, en el que se alquila para, literalmente, no realizar ninguna actividad. El negocio le ha funcionado tan bien que gana más de 65.000 dólares al año.

Morimoto se graduó de Física, en la universidad. Luego hizo un postgrado en sismos. Pasó por varios trabajos, entre ellos el de corrector de textos, en una editorial. En ninguno se sintió a gusto. Sus amigos siempre lo criticaron porque decían que le faltaba iniciativa para emprender nuevos retos. En lugar de amilanarse, Morimoto decidió aprovechar su habilidad para “no hacer nada” y convertirla en un negocio.

No pocos se burlaron de Shoji Morimoto cuando este lanzó un peculiar negocio. Decidió alquilarse para todo aquel que necesitara compañía de una persona que no hiciera absolutamente nada. Cinco años después de lanzarse a esa inédita aventura, las cosas han salido bien para el japonés.

¿Cuánto dinero ha ganado Shoji Morimoto, por no hacer nada?

El japonés reconoce que ha tenido más de 3.000 clientes. Cada uno debe pagarle aproximadamente 75 dólares por su tiempo. En esta tarifa no está incluido el transporte hacia el lugar que indique el cliente, ni tampoco los gastos de alimentación. Cada día recibe entre 2 y 3 solicitudes a través de Twitter. Por tanto, sus ingresos anuales sobrepasan los 65.000 dólares. Con eso puede mantener a su esposa e hijo, con los que vive en Tokio.

Además de los ingresos que recibe por alquilarse, Morimoto también se ha convertido en una celebridad en las redes, en su país.

¿Para qué alquilan a Morimoto?

Cada día es una experiencia diferente para Morimoto. En Japón muchas personas se sienten muy solas y lo alquilan para que les haga compañía en una comida o para ver una película. Uno, incluso, lo contrató para que lo acompañara en un vuelo en helicóptero. La única condición que pone Morimoto es que él no “hará nada”. Sencillamente acompañará para que los clientes no estén solos.

Después de un lustro como “hombre de alquiler”, Morimoto pretende contar en un libro las experiencias más extrañas que ha vivido. Una que no puede faltar es cuando un hombre le pagó para que estuviera en la línea de meta, en un maratón. De esta manera, el cliente se sintió más motivado para completar la larga carrera.

¿Qué crees de la idea de Morimoto? ¿Conoces a alguien parecido a este peculiar japonés?