La NASA ha presentado datos demoledores que ilustran el enorme deshielo de la Antártida. En las últimas cuatro décadas, el continente antártico ha perdido 2.6 millones de kilómetros cuadrados de hielo. Si tenemos en cuenta que la extensión total de la Antártida es de 14 millones de kilómetros cuadrados, entonces la pérdida de más de su séptima parte de extensión representa un enorme problema, para todos.

El control de la Antártida ha sido un anhelo de las grandes potencias económicas mundiales, durante décadas. Diferentes gobiernos mantienen reclamos sobre porciones del continente. No obstante, el enorme territorio también es reclamado por diferentes principados, agrupados en la Organización de las Tierras Antárticas (ALO, por sus siglas en inglés). El problema es que si continúa el ritmo actual del deshielo de la Antártida no quedará nada de este extensísimo territorio, para nadie.

El principal peligro para la supervivencia de la Antártida es el cambio climático. El calentamiento global y el efecto invernadero han provocado graves pérdidas del hielo que inquietan a la comunidad científica.

¿Qué puede suceder con el deshielo de la Antártida?

Este proceso, al parecer irreversible, tendría consecuencias catastróficas para la Tierra. El aumento del nivel del mar pondrá en peligro ciudades costeras, en países que se encuentran por debajo del nivel del mar, como Bélgica. Al mismo tiempo, producirá la desaparición de islas en el Caribe y en el océano Pacífico.

El deshielo de la Antártida también provocará un descenso en el volumen existente del krill. Estas microalgas constituyen la principal fuente de alimentación de focas, pingüinos y ballenas. Por tanto, la existencia de estas especies correrá todavía más peligro.

Al mismo tiempo, mientras aumenta el deshielo de la Antártida, suben más las temperaturas. Diferentes expertos coinciden en afirmar que la ola de calor que ha afectado especialmente a Europa, Norte y Sudamérica está muy vinculada con lo que sucede en el continente ártico.

Fecha para la catástrofe

Una investigación publicada en la prestigiosa revista “Nature Communications” alertó que, en el próximo siglo y medio, si se mantiene el deshielo de la Antártida, el nivel del mar aumentará en un 1.4 metros. Este sería el comienzo del fin. El aumento sería el inicio de una sucesión de hechos catastróficos que cambiarían, irreversiblemente, la vida en la Tierra.