Durante muchísimo tiempo hemos leído que dos elementos, al combinarse, nos ayudan a perder peso, pero dieta y ejercicios no siempre adelgazan

Ahora un equipo de científicos del Instituto de Biología de Sistemas, en Seattle, ha descubierto que, en realidad dieta y ejercicios no siempre adelgazan, Poco importa controlar la boca o ir al gimnasio, ya que todo se decide dentro de tu cuerpo, con tu microbioma intestinal.

Los investigadores logran establecer una correlación directa entre las características genéticas del microbioma intestinal y la capacidad de esa persona para perder peso. Para los científicos que condujeron el estudio, ese microbioma cumplía el rol de «filtro importante entre la comida que consumimos y nuestro torrente sanguíneo». Es decir, cuando nuestras bacterias intestinales tienen bajas tasas de crecimiento es muy difícil perder peso. Ni las dietas ni los aeróbicos o las pesas podrán cambiar eso.

Los investigadores analizaron el estilo de vida de 105 personas. No les colocaron una dieta específica, ni los sometieron a un fuerte programa de ejercicios. Se limitaron a colocarlos en un programa de entrenamiento conductual.

Después de un año, los científicos estudiaron el material genético de los 105 sujetos, recuperado de la sangre y las heces fecales. También analizaron las proteínas sanguíneas, los metabolitos de la sangre y las bacterias intestinales.

Dieta y ejercicios no siempre te hacen perder peso

Encontraron que el microbioma intestinal en los que no pudieron bajar de peso tenía menores tasas de crecimiento. Además podía desintegrar más fácilmente el almidón y la fibra en azúcares absorbibles. Mientras, en el microbioma de los que lograron perder peso era apreciable una mayor tasa de crecimiento de bacterias. Est gracias a los genes que desviaron los nutrientes hacia esas bacterias.

Uno de los autores de la investigación, Sean Gibbons, aseguró que, como mínimo, el estudio “puede llevar a diagnósticos para identificar a los individuos que responderán bien a cambios moderados hacia un estilo de vida saludable, y aquellos que podrán requerir medidas más drásticas para obtener pérdida de peso”.

«El microbioma intestinal puede ayudar o causar resistencia a la pérdida de peso y esto abre la posibilidad de intentar alterar el microbioma intestinal para influir en la pérdida de peso», aclaró Christian Diener, autor principal de la investigación, publicada en mSystems, revista de la Sociedad Americana de Microbiología.

En un futuro, los estudios que se centran en identificar los procesos metabólicos que contribuyen a la pérdida de peso permitirán el desarrollo de tratamientos de prebióticos y probióticos que incidan en reducir la resistencia del microbioma intestinal al adelgazamiento.