La izquierda y la derecha concuerdan en algo: no quieren subir los impuestos en el Reino Unido para evitar fuga de capitales offshore

Mientras en América Latina se habla siempre más de impuestos a la riqueza, izquierda y derecha no quieren subir los impuestos en el Reino Unido. ¿Por qué? Para evitar la fuga de capitales y que los ciudadanos busquen opciones offshore para pagar menos impuestos.

En el Reino Unido se ha abierto un debate sobre la necesidad de colocar un nuevo impuesto a las grandes fortunas. El objetivo detrás de esta idea es obtener mayores ingresos para que el Estado pueda hacer frente a las terribles consecuencias económicas de la pandemia de la Covid-19. Los británicos concuerdan en no subir a los impuestos de forma unitaria y con un enfoque diferente al de México que es la mayor economía de América Latina.

Frente a este propósito, tanto la izquierda como la derecha parecen concordar en que resulta innecesario realizar esa subida. Aunque sus argumentos para oponerse son diferentes. El Tesoro británico ha dejado entrever que valora la posibilidad de incrementar los impuestos a las mayores fortunas. Además, otra acción sería transformar el marco legal.

Con esto buscan impedir que los ricos sigan recurriendo a estrategias fiscales para bajar su carga impositiva. Entre las opciones discutidas por el Tesoro aparecen desde igualar las tasas impositivas de las ganancias de capital a las del ingreso, aumentar los impuestos a las empresas y terminar con las desgravaciones actuales a las pensiones de los más ricos.

Estos planes, impulsados nada menos que por un ministro conservador, parece que no son del agrado del Primer Ministro Boris Johnson. El portavoz del gobierno aseveró que este era el peor momento para subir impuestos.

Esta posición de Downing Street defiende la teoría de que, en tiempos de crisis, que ha traído una falta de gasto, pues no es correcto tomar medidas que reduzcan, todavía más, el gasto del sector privado. Desde la izquierda, al menos por una vez, están de acuerdo con esta postura.

Según los expertos británicos, el gobierno puede asumir los gastos de la crisis de la pandemia sin aumentar sus ingresos fiscales. La solución es que el Banco de Inglaterra, el emisor de la libra esterlina, imprima más billetes. Esta “barra libre” del gobierno para imprimir dinero fresco ha demostrado, en el pasado, ser un desastre.

En realidad, tanto la izquierda como la derecha parecen equivocarse. Los cambios a las políticas fiscales del Reino Unido son necesarios, pero deben ser progresivos. Al mismo tiempo, abogar para que el Banco de Inglaterra imprima más billetes solo hará que el déficit público siga elevándose. El Banco tendrá que seguir empleando su poder para garantizar que el incremento de la deuda pública no genere inestabilidad financiera.