Para el año 2050, el 49,8 % de la población del planeta sufrirá de visión corta.

Según el estudio publicado el 17 de agosto de 2020, por los biólogos evolucionistas Erping Long y Jianzhi Zhang de la Universidad de Míchigan de EE.UU., en la revista National Science Review. Unos 4.900 millones de individuos, ósea casi la mitad de la población de la tierra, sufrirá, en 2050, de miopía debido a factores ambientales, a la inadecuada distancia de lectura y al uso de pantallas digitales. Es al prueba que de que la selección natural afecta siempre más a los humanos.

Las mutaciones de las variantes genéticas, además que a la vista, estarían afectando el éxito reproductivo de nuestra especie. El estudio hecho sobre la información genética de 63,185 voluntarios de entre 40 y 69 años, proporcionada por la británica UK Biobank, dejo evidenciado que las variantes de los genes asociados con la miopía están presentes en los individuos que suelen tener muchos hijos y en edades tempranas.

La selección natural afecta siempre más a los humanos

A 160 años de “El Origen de las Especies” la publicación de la teoría evolucionista de Darwin, la selección natural afecta siempre más a los humanos y esto ocurre más de lo que pensamos. La especie evoluciona para protegerse, pero no es dicho que estas mutaciones sean las que nosotros deseamos.

Los humanos estamos al tope de la cadena alimenticia, porque raramente somos devorados por los depredadores, como lo estaban los dinosaurios entre 231 y 243 millones de años atrás, y como los dinosaurios podríamos extinguirnos, aunque por razones diferentes.

El hombre podría desaparecer en este mismo siglo, debido a mutaciones genéticas o quien sabe por algún virus. Si porque los virus son una partícula de un código genético y necesitan infectar células para poderse replicar. Desde la antigüedad los virus, junto con las guerras y las hambrunas, han sido una amenaza para la sobrevivencia del ser humano. Varios estudios han resaltado que los virus infectan el código químico, fuente del material genético y permanecen en el organismo como un registro histórico. Por lo cual nuestro futuro podría verse afectado por virus, guerras y hambrunas.