Cuba transita por un difícil camino de reformas económicas en 2024, con un nuevo ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso, en medio de una compleja crisis con rasgos estructurales. La isla enfrenta desabastecimiento, inflación de dos dígitos, devaluación de su moneda, déficit fiscal creciente y un éxodo masivo de ciudadanos.
Situación económica difícil
El PIB de Cuba decreció entre un 1% y 2% en 2023, sin recuperarse de la caída del 11% en 2020 por la pandemia. La inflación alcanzó el 70% en 2022 y se proyecta entre 20%-25% para 2024. El peso cubano se ha devaluado significativamente, con una tasa de cambio informal que supera los 300 pesos por dólar, aunque el Estado utilice una tasa de solo 120 pesos por dólar.
El déficit fiscal se incrementó a 98.363 millones de pesos en 2023, un alza del 50%. Para 2024 se prevé un déficit fiscal récord de 147.391 millones de pesos.
Nuevas medidas económicas en Cuba causan polémicas
Ante este contexto, el gobierno anunció un paquete de medidas económicas:
– Aumento de 25% en tarifas eléctricas para consumidores de más de 500 Kwh.
– Incremento en precios de combustibles. La gasolina subiría de 1 dólar por 9 litros a tarifas internacionales.
– Alza de tarifas de transporte público por el encarecimiento de los combustibles.
– Aumento de 21 veces el precio del agua para consumidores sin contador.
– Más impuestos a importación de bienes finales como cigarros, rones y cervezas.
– Reducción de 50% en aranceles para importar materias primas e insumos.
– Exención arancelaria a importaciones personales de alimentos y medicinas se extiende hasta diciembre 2024.
– Mayores pagos a personal de salud y educación por horas extra.
– Fomento a inversión extranjera y encadenamientos con empresas estatales.
– Impulso a comercio electrónico y pagos desde el exterior.
Controversia por las nuevas medidas económicas en Cuba y cambio ministerial
Las medidas generan debate. Analistas advierten mayor inflación y costo para la población. Pero el gobierno argumenta que son necesarias para encauzar la economía.
En este contexto ocurrió el relevo del ministro de Economía Alejandro Gil, tras cinco años en el cargo, por Joaquín Alonso del Banco Central. Se espera impulse reformas, aunque su ritmo es discutido.
Mientras el gobierno apuesta por estas acciones, la ciudadanía espera resultados ante la grave situación que enfrenta el país, con desabastecimiento y salarios de 8 dólares mensuales. Por ello el éxodo masivo de cubanos buscando oportunidades económicas.
Encrucijada histórica
Cuba enfrenta así una encrucijada: el impacto social de las medidas y la capacidad de las reformas para reactivar la economía serán claves en el corto plazo. Mientras, a mediano plazo se requieren transformaciones estructurales para corregir déficits históricos.
El gobierno cubano tiene el desafío de implementar cambios trascendentales, tanto en el plano económico como en la esfera institucional y política. La nueva gestión ministerial está bajo presión para actuar con eficacia, evitando mayores costos sociales.
Los próximos meses dirán si Cuba logra encauzar reformas que saquen al país de la crisis. Pero el camino es complejo y quedan muchas interrogantes por dilucidar en esta encrucijada histórica que vive la isla.