Si quieres ser millonario, de la noche a la mañana, ya hay una forma rápida que no está penalizada: vuélvete un informante y ladrón de datos
Si te preguntan si quieres ser millonario, seguro que le respondes: ¿qué tengo que hacer? Simple, robas información confidencial de la empresa donde trabajas, mejor si es un banco o empresa relacionada con el offshore, y la vendes al mejor postor. Especialmente a los gobiernos. Y no te preocupes, hoy día este tipo de robo parece no estar penado. Además puedes hacerte famoso y salir en la tele.
Los ejemplos más recientes ilustran cuán exitoso ha sido este método: un antiguo empleado de Deutsche Bank recibió 200 millones de dólares de la Casa Blanca; mientras, todavía no se conoce la abultada cifra que recibieron los hackers por robar los datos que condujeron a los llamados “Papeles de Pandora”.
La extracción de información es vista con un doble rasero. Figuras como Julian Assange y Edward Snowden son perseguidas por Washington por denunciar atrocidades cometidas por este gobierno. Pero, ese mismo gobierno premia a otros “soplones” con millones de dólares. La diferencia está en que los datos ilegalmente tomados por Assange y Snowden golpearon los intereses políticos y económicos de Estados Unidos. Por el otro lado, los “Papeles de Pandora” y la filtración de datos bancarios secretos le permitieron a la Casa Blanca y a los gobiernos que más impuestos colocan a sus ciudadanos aumentar la presión sobre los territorios con políticas impositivas amigables.
200 millones regalados por EE.UU. a un informante
El caso más reciente de un soplón millonario fue el de un empleado no identificado de Deutsche Bank. La Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE.UU. (CFTC, por sus siglas en inglés) decidió premiarlo con 200 millones de dólares, por entregar “información original, concreta, creíble y oportuna”. El negocio funcionó bien para la CFTC, porque con los datos robados lograron probar que una serie de bancos habían supuestamente manipulado el mercado intercambiario en Londres, para transformar los tipos de interés a su favor.
A partir de esto, la Comisión impuso multas multimillonarias a bancos como HSBC, Royal Bank of Sctoland, Société Générale, UBS, Credit Suisse, Deutsche Bank y Barclays. Por ejemplo, Deutsche Bank, donde laboraba el informante, tuvo que pagar una multa de 2.500 millones de dólares. Por tanto, la matemática es inapelable: la CFTC “invirtió” 200 millones en un soplón y ganó, en total, más de 4.000 millones de dólares. Negocio redondo.
Los representantes legales del soplón, cuya identidad no ha sido, ni probablemente nunca sea revelada, celebraron el hecho de que la CFTC haya pagado tan alta cifra. “Nos complace que la Comisión haya reconocido que el denunciante merecía un premio sustancial”, aseguraron los abogados.
Mas de 300 millones de dólares a soplones que han robado información
La estrategia de entregar millones a cambio de información no es nueva por la CFTC. En los últimos siete años han otorgado más de 300 millones de dólares a soplones. Estas altísimas recompensas han levantado las alertas de los directivos de las grandes empresas. Ellos temen que la posibilidad real de convertirse en millonarios, en muy poco tiempo, lleve a sus empleados a robar información confidencial, para luego venderla al mejor postor.
Los soplones incluso están protegidos por la ley. Una directiva europea, en vigor desde 2019, establece que si un empleado “obtiene” datos confidenciales que prueben una supuesta corrupción en una empresa, queda sin validez la cláusula de confidencialidad que firmó esa persona antes de comenzar a trabajar en la empresa.