Sophia el robot humanoide más avanzado del mundo, con ciudadanía de Arabia Saudita, en 2016 dijo ok «voy a destruir a los humanos» y se rio.
Gracias a la Inteligencia Artificial (AI) Sophia el robot humanoide puede mantener conversaciones con humanos. También ha creado obras de arte cuyos tokens no fungibles (NFT) saldrán a subasta. Además, al tener una cámara que permite tomar la temperatura podría ser utilizado como auxiliar de vuelo en los aviones para detectar posibles casos de Covid-19.
Este peculiar robot humanoide, con cara hecha de una silicona especial, es muy conocido en todo el mundo. Salió en la portada de la revista ELLE. La ONU la reconoció como la primera “campeona de innovación” no humana. Hasta Arabia Saudita le otorgó la nacionalidad, en 2017. No obstante, Sophia también ha recibido múltiples críticas. Expertos en AI consideran que el robot es más marketing que una verdadera innovación.
Pero Sofia en en 2016, en respuesta a una pregunta de David Hanson sobre si está dispuesta a destruir la humanidad, contestó: «Está bien. Voy a destruir a los humanos.» Y los dos se rieron.
¿Quién creó al robot Sophia?
Sophia el robot es una creación de la empresa Hanson Robotics, con sede en Hong Kong, fundada por David Hanson. Su desarrollador principal es el estadounidense David Hanson quien también ha creado otros robots humanoides. Este artista trabajó para Disney en el desarrollo de sus gigantescos animatronics que pueden apreciarse en sus parques de atracciones.
Hanson patentó la piel de goma, a partir de silicona, que cubre el rostro de los robots que ha creado. La parte de AI de Sophia ha estado a cargo de Ben Goertzel, jefe de robótica de la empresa Hanson.
¿Cómo trabaja Sophia?
Sophia el robot humanoide tiene la capacidad de aprender de las conversaciones con humanos. Puede dirigir la mirada y gesticular, para parecer lo más real posible. Sophia puede hacer coincidir sus expresiones faciales con el texto que está diciendo. Mira a las personas, escucha, graba ese audio y, utilizando tecnología de Google, lo lleva a texto. A partir de ahí selecciona las posibles respuestas en la conversación.
Gracias a su sistema de reconocimiento facial puede comprender cómo se siente su interlocutor. Está claro que Sophia no logra tener todavía una conversación natural con un ser humano, ni puede pronunciar un discurso escrito por ella. Según Goertzel, el prototipo se encuentra en “estado embrionario”.
No todos han sido halagos para Hanson Robotics y su creación. Algunos científicos, entre ellos Yan Lecunn, jefe de inteligencia artificial de Twitter, han considerado a Sophia como un “chatbot con cara”.
Sophia crea obras de arte y las vende como NFT
Una obra de arte digital creada por Sophia el robot será subastada como token no fungible (NFT). El robot humanoide produjo la obra con inteligencia artificial y en colaboración con el artista italiano Andrea Bonaceto. Este es famoso por sus retratos de personalidades famosas.
La obra lleva por título “Sophia Instantiation” y es un archivo digital, en formato MP4, que dura 12 segundos. El vídeo recoge la evolución de un retrato de Bonaceto y también aparece una obra de arte física, pintada por Sophia. El ganador de la subasta del NFT de la obra podrá interactuar con Sophia. El robot estudiará su rostro y añadirá una última pincelada a su obra de arte.
Sophia entrará en producción masiva para enfrentar la Covid-19
El robot cuenta con una cámara incorporada a su cuerpo que le posibilita tomar la temperatura de las personas. De esta forma podría ayudar a identificar posibles contagiados con la Covid-19. Por tanto, en Hanson Robotics han pensado en pasar a la producción masiva de Sophia para utilizarla como auxiliar de vuelo en las aerolíneas.
Además, según Hanson, Sophia podría apoyar a las personas que se encuentran en aislamiento por la pandemia. Para Hanson, Sophia, al emular la forma y figura humana, “puede ser útil en estos momentos en que las personas están terriblemente solas y aisladas socialmente. La gente tiene que estar aislada de los demás porque son peligrosos, pero estos robots pueden mantener a las personas seguras y proveer la calidez humana, la conexión humana como una herramienta de telepresencia”, aseveró.