El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas aprobó este lunes por consenso una resolución para la autodeterminación para Puerto Rico

El comité reconoce una vez más el derecho de autodeterminación para Puerto Rico e independencia frente a Estados Unidos. Es la 40.ª versión anual de ese documento, que busca poner fin a la condición dependiente de la isla. Fue presentada por el embajador de Cuba ante la ONU, Pedro Luis Pedroso. También copatrocinada por las delegaciones de Antigua y Barbuda, Bolivia, Nicaragua, Rusia, Siria y Venezuela. Decenas de organizaciones políticas y sociales presentaron sus ponencias y propuestas sobre el tema.

La resolución reconoce al pueblo puertorriqueño su «propia e inconfundible identidad nacional». También hace un nuevo llamamiento a la Asamblea General para que examine de «manera amplia» el problema colonial de Puerto Rico. Que se pronuncie sobre el tema «lo antes posible». El comité, dice, «observa con preocupación» el aumento de la subordinación del país insular al Gobierno estadounidense por medio de la llamada Ley Promesa. Esta impuso una Junta de Supervisión Fiscal en San Juan.

Las alternativas del desarrollo futuro, requieren «un mecanismo que asegure la plena participación de representantes de todos los sectores de la opinión pública puertorriqueña». También que incluya una Asamblea Constitucional. Además, se señala que la autodeterminación para Puerto Rico cuenta con «amplio apoyo de personalidades eminentes, gobiernos y fuerzas políticas en América Latina y el Caribe».

Puerto Rico podría luego tomar decisiones soberanas «para atender sus urgentes necesidades económicas y sociales. Esto incluidos el desempleo, la marginación, la insolvencia y la pobreza, y los problemas relativos a la educación y la salud. Estos se han agravado por el azote de los huracanes Irma y María y los terremotos que afectaron a la parte suroeste de Puerto Rico. Además de la pandemia de covid-19».

«Confío en que esta resolución sea aprobada por todos los presentes. Confío que resulte en el preludio de una importante ofensiva final por la descolonización y la independencia de Puerto Rico». Así lo dijo Juan Dalmau, del Partido Independentista Puertorriqueño para cerrar su discurso, que estaba limitado a tres minutos. Sus palabras arrancaron un aplauso entre los presentes.