Para muchos, elegir entre Coca-Cola o Pepsi es como elegir entre papá y mamá. ¿Pero cuanta azúcar tienen cada bebida?

Los amantes de las bebidas de cola están, desde siempre, en duda sobre Coca-Cola o Pepsi. El origen de Coca-Cola se remonta al año 1892 en Estados Unidos de la mano del farmacéutico John Pemberton. En sus inicios, era una bebida medicinal, que se tomaba para tratar diferentes dolencias. Durante la historia de la marca, muchas figuras conocidas han prestado su imagen para la misma, como Elvis Presley, Jon Bon Jovi, Taylor Swift, entre otros. Además, en el año 1985, la Coca-Cola se convirtió en el primer refresco en viajar al espacio.

Pepsi también nació a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1893. Su inventor fue el farmacéutico y químico Celeb Bradham. Del mismo modo que la Coca-Cola, se vendía en farmacias como refresco digestivo y estimulante. Además, fue el primer producto occidental en venderse en la Unión Soviética. En 1974 abrió su primera planta en este territorio.

La principal diferencia entre ambas bebidas es que la Pepsi tiene en su formación ácido cítrico, y la Coca-Cola no. Esto explica por qué Pepsi tiene un sabor más fuerte, con notas cítricas. Mientras, la Coca-Cola tiene un toque a pasas y vainilla, y su sabor es mucho más suave.

Ambos refrescos contienen sodio, agua carbonatada, azúcar, ácido fosfórico, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, sabores naturales y cafeína. Casi todos los ingredientes de Coca-Cola y Pepsi son los mismos a excepción del ácido cítrico.

En lo que respecta a las calorías, una lata de Pepsi (330 ml) tiene 145 calorías y la de Coca-Cola (330 ml) tiene 139 calorías. Aunque la diferencia es mínima, la Coca-Cola es menos calórica.

A la hora de elegir una bebida, es muy importante saber cuánto azúcar contiene. La lata de Pepsi (330 ml) tiene 39 gramos de azúcar y la de Coca-Cola (330 ml) tiene 35 gramos. Y, si bien es cierto que la diferencia es residual, Coca-Cola gana esta batalla, aunque ambas mantienen un porcentaje calórico muy alto respecto a otros alimentos.

Cabe destacar que ambas bebidas provocan un aumento de peso considerable, debido a la gran cantidad de azúcar y kilocalorías ingeridas que incluye. Además, otro efecto no tan conocido de las bebidas azucaradas es que acelera el envejecimiento celular del organismo, también conocido como envejecimiento prematuro.