En la era digital, encontrar el amor se ha convertido en una industria multimillonaria. La irrupción de las aplicaciones móviles de citas es el mejor ejemplo de cómo Internet y la tecnología han revolucionado la forma en que las personas buscan a su media naranja.

Según datos de Statista, se prevé que el mercado global de apps de citas mueva unos ingresos de 3.240 millones de dólares en 2024. Solo en Estados Unidos, el país líder, se espera que este negocio facture unos 674 millones de dólares al cierre de este año.

El auge de las apps no es casualidad. Ofrecen enormes ventajas de comodidad y accesibilidad a una amplia variedad de posibles parejas compatibles. Pero también conllevan riesgos como la adicción o el refuerzo de estereotipos que es importante tener presentes.

Encontrar el amor online se ha consolidado como un gran negocio tecnológico. Los gigantes del sector como Tinder, Bumble o Match Group siguen innovando con nuevas funcionalidades e invirtiendo en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial aplicada al matching.

Un negocio en pleno crecimiento a nivel global

Estados Unidos es el país líder indiscutible en el uso de apps de citas, con cerca de 50 millones de usuarios. Sin embargo, el auge de estas aplicaciones móviles es un fenómeno global.

En Europa Occidental, por ejemplo, España y Francia tienen tasas de penetración de estas apps en su población superiores al 10%. En América Latina, países como México y Colombia también muestran un mercado en expansión, con decenas de millones de dólares en ingresos previstos para 2024.

Un cambio radical en la forma de buscar pareja

Impulsado por la omnipresencia de los dispositivos móviles, el auge de las apps de citas ha cambiado radicalmente la forma en que las personas buscan una relación sentimental en la última década. Cada vez es más frecuente que las parejas se conozcan online en lugar de a través de amigos, familiares o en eventos sociales.

Para los millennials y las generaciones más jóvenes, interactuar a través de estas plataformas es algo completamente natural. Perfiles como Tinder, Happn, Bumble o Badoo se han popularizado enormemente entre los jóvenes de 20 a 35 años, convirtiéndose en una de sus primeras opciones para conocer gente nueva.

Ventajas de las apps frente a métodos tradicionales

Las aplicaciones de citas ofrecen varias ventajas significativas respecto a los métodos tradicionales para buscar la media naranja. La principal es la comodidad y accesibilidad: los usuarios pueden conectarse desde cualquier lugar y en cualquier momento para ir conociendo perfiles afines.

Otra gran ventaja es la posibilidad de acceder a un número mucho mayor y variado de posibles candidatos compatibles, incrementando así las probabilidades de dar con una buena pareja sentimental.

Riesgos y efectos negativos potenciales

Sin embargo, el uso de estas plataformas también conlleva riesgos y efectos negativos que es importante tener presentes. Uno de los principales es el potencial adictivo: el mecanismo de deslizar y buscar matches constantemente puede volverse muy compulsivo.

También pueden tener impactos dañinos para la autoestima de algunos usuarios, especialmente cuando no obtienen la cantidad de matches o citas que esperaban. Esto se relaciona con el diseño gamificado de algunas apps que incentiva a la competitividad.

Asimismo, varios estudios señalan que los algoritmos de matching presentan sesgos que discriminan por aspectos como la raza, el atractivo físico y la edad.

Estrategias de monetización: gratis vs. pago

La mayoría de apps populares funcionan bajo un modelo freemium: ofrecen servicios básicos de forma gratuita, pero cobran a los usuarios por funcionalidades y ventajas extra que mejoran la experiencia.

Por ejemplo, permiten dar más “super likes”, destacar el perfil, ver quien dio “match” o “like” sin necesidad de esperar un match recíproco, etc. Los precios para acceder a estas funciones premium oscilan entre 10 y 40 dólares mensuales, según la app.

Algunos estudios señalan que los hombres son más propensos a pagar que las mujeres, en su afán por aumentar sus posibilidades de conseguir más matches atractivos.

El efecto de la pandemia: más usuarios y más ingresos

La irrupción de la pandemia de COVID-19 tuvo un efecto significativo en el uso de aplicaciones de citas. Los confinamientos y limitaciones para eventos sociales llevaron a que muchos solteros recurrieran a estas apps, tanto para encontrar una relación como para combatir la soledad y el aislamiento.

Nuevas tendencias: Inteligencia Artificial “crea” las media naranja

El boom de la inteligencia artificial ha llegado a la industria del “amor”. Por ejemplo, recientemente, con la apertura de la GPT Store de ChatGPT, decenas de desarrolladores comenzaron a comercializar en esa plataforma chatbots que simulan a una mujer o hombre y funcionan como “novias virtuales”.

Si bien inicialmente podría parecer una opción para combatir la soledad, expertos advierten que refuerza estereotipos de género dañinos y fomenta relaciones desiguales al permitir al usuario “controlar” a su pareja virtual. No obstante, otros defienden el valor de estos bots, porque al menos ofrecen sinceridad. Mientras en otras aplicaciones los usuarios pueden ser engañados, porque creen estar conversando con la chica de sus sueños cuando, en realidad, se trata de un hombre haciéndose pasar por una mujer, en los bots no sucede esto: la persona sabe que está hablando con un robot.

Mientras las plataformas de citas promocionan sus aplicaciones como la nueva y moderna forma de encontrar el amor, no hay que perder de vista que su objetivo principal es maximizar sus ingresos y satisfacer a sus accionistas. La incorporación de novedades como la inteligencia artificial no tiene otro fin que expandir y mejorar su modelo de negocio. Por ello, es importante que los usuarios hagan un uso responsable y no caigan en una adicción o dependencia hacia estas apps diseñadas para monetizar nuestra búsqueda de afecto.