La activista sueca Greta Thunberg, de 17 años, ha sido el rostro más visible de la lucha contra el cambio climático.

La imagen farsa de Greta Thunberg quedó muy dañada al revelarse los vínculos que sostiene con un poderoso lobby, al que pertenecen las más poderosas empresas de energías verdes.

La sueca Greta Thunberg, de 17 años,  ha liderado la lucha contra el cambio climático en el último año. Su posición altruista se ha desvanecido a partir de una investigación del diario británico The Sunday Times que mostró que la activista recibía un gran apoyo financiero de empresas energéticas verdes de su país, destapando la farsa de Greta Thunberg.

Dichas corporaciones se beneficiaban del impulso global dado por Thunberg al uso de energías renovables. La familia negó esa relación con los lobbys verdes; pero la imagen de la chica, de 16 años, quedó muy dañada.

Greta se burla de Donald Trump

En agosto de 2019, la adolescente Thunberg hizo una huelga frente al Parlamento sueco, para llamar la atención sobre el cambio climático. El magnate Ingmar Rentzhog publicitó esta huelga en sus redes sociales. Al día siguiente, el diario Dagens Nyheter, considerado el de mayor circulación en el país, publicó la historia de la chica.

¿Nació el icono o la farsa de Greta Thunberg?  

A partir de ese momento Thunberg   se convirtió en un ícono para el movimiento ambientalista. No obstante, la revelación de The Sunday Times muestra que la joven está relacionada con Rentzhog, quien lidera el lobby ecologista Think Tank, del cual forman parte políticos suecos y ejecutivos de las principales empresas energéticas de ese país. No parece casualidad que Rentzhog haya impulsado la historia desde sus redes sociales y luego con su blog.

Rentzhog junto a David Olsson y Christian Emmertz también creó la startup We Don’t Have Time. Entre los miembros del Consejo asesor de ese emprendimiento aparece Gustav Stenbeck, quien es dueño de una de las mayores fortunas de Suecia. Los padres de Greta han intentado en todo momento negar la relación con Rentzhog; pero los hechos hablan por sí solos.

El negocio de la exposición mediatica

La familia de Greta también se ha aprovechado de la exposición mediática de la activista. El padre de la chica, el actor Svante Thunberg y su madre, la cantante de ópera Malena Ernman publicaron, en 2019, el libro “Escenas del corazón”, donde recogieron sus viajes por Europa y la historia de Greta, quien fue diagnosticada con el síndrome de Asperger. El lanzamiento del libro coincidió con la huelga de Greta quien se convirtió en la portada del libro. Más adelante, ella publicó una colección de sus discursos.

Su padre decidió que era más beneficioso llevar la carrera de su hija, como manager, en lugar de seguir como actor. Además, Greta tiene hasta un jefe de prensa, en este caso Daniel Donner quien labora con el lobby European Climate Foundation, una organización no gubernamental financiada por la Fundación Rockefeller Brothers.

Como activista ecológica es natural que Greta trabaje con lobbies y personas influyentes que apoyen su causa. No es un secreto que estas personas tienen sus propios intereses empresariales; pero ella los necesita para tratar de que los políticos apliquen los cambios que pide. El problema está en el intento, infructuoso, de ocultar esas relaciones con el objetivo de mantener una imagen limpia y de total confianza. Esa imagen ni es tan pulcra ni desinteresada.

Los países del mundo singuen sin cumplir el Acuerdo de París

A cinco años del Acuerdo de París, los países del mundo singuen sin cumplir con las medidas necesarias para hacer frente al desafío climático. Aunque durante la pandemia por el COVID-19, el próximo sábado los políticos actualmente responsables del planeta tratarán de dar un nuevo impulso al tratado, rescatado del malestar que pudo generar la elección de Joe Biden.

En el transcurso de cinco años surgieron informes científicos absurdamente preocupantes y el número de catástrofes climáticas aumentó desmedidamente, esto sucedió a la par de la toma de conciencia de sociedad civil, en especial pudo notarse en los jóvenes. También vimos nacer a Greta Thumberg y vimos que la ecología es un negocio como otro…

Se pudo notar que el planeta se calentó 1.2 °C, también se pudo observar eventos climático extremos, en conjunto con una volatilidad sin precedentes, expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Muchos países piensan reactivar los sectores de energías fósiles

“Las políticas climáticas no están a la altura de lo que nos jugamos”, dijo Guterres. Se prevé que el acuerdo de París sirvió para limitar el desastre que pueda suceder.

Mientras tanto la ONU estudia con preocupación las inversiones masivas de los planes de relanzamiento poscovid, los cuales están orientados a reactivar los sectores de energías fósiles, se cree que el objetivo principal debería ser reducir la producción de estos sectores un 6% anualmente hasta el 2030.

Pese al esfuerzo hecho por la ONU, los defensores del clima esperan que la cumbre virtual del próximo sábado logre generar un verdadero impacto en beneficio del planeta tierra.